"TAZAS DE SEGUNDOS, RELOJES DE CAFÉ"

Brindemos por el 2016, por un año en el que hemos seguido luchando, sacando adelante valores y metas cumplidas. Brindemos por el 2016, por las experiencias que hemos vivido y por esos viajes que hemos recorrido y de los cuales nuestras emociones han sido testigos. Puede que este año haya sido protagonista de perdidas de familiares, amigos... Lo complicado es decir que si, cuando realmente pensamos en un no, lo complicado es sonreír, dejar las penas a un lado, sabiendo que nos han quitado partes esenciales sin pedir permiso. Ahí queda otra oportunidad, para recoger días perdidos, para cumplir sueños aun sin resolver. Bienvenido seas, 2017, brindo por ti, para que seas otro año del que recordar toda aquella aventura que tienes escrita para nosotros. Feliz 2017!!! 

Cada noche le preguntaba si era cierto que me quería, pero siempre me sorprendía con una respuesta diferente. Nunca me decía si me deseaba tanto como tocar las estrellas o si añoraba mis abrazos cuando despertaba y no estaba. Tan ignorante mi otro yo, que cada noche le preguntaba a la luna si aquello sería eterno y nunca llegué a descifrar su mensaje. Solo aquella luz que ella me transmitía, sabía cuantas veces pedí tenerlo a mi lado. Acunaba entre mis brazos sus besos, imaginaba tocar su cara y enredar mis dedos entre su pelo ¿Tanto pedía? 

Tenía tan claro que había perdido la guerra que cedí y me aparté a un lado. Quizás era eso lo que necesitaba, ya era demasiada presión y demasiados errores cometidos. Era la hora de ser egoísta y cambiar una rutina por una libertad nunca concedida. ¡Qué  tormento aquel! Y aún querían seguir, pero lo consiguieron, me aparté y allí quedó todo, en una historia de unos conocidos con recuerdos en común.  ESCUCHA : https://www.youtube.com/watch?v=DxZVB8wmRwA

Necesitaba tanto un rato a escondidas, un segundo de risas y secretos a destiempo que fundí mi deseo cuando encontré lo que en realidad me llenaba. Encontré en ellas una mirada perdida, una amistad que reflejaría en mi la suerte. Ahí estaban ellas, dándome ese cariño y esos abrazos que sin pedir nada a cambio me regalaban. Eran mi tesoro, mi rincón de bromas y tardes de locuras, de historias en las que el final lo poníamos nosotras. Y ahí siguen, tratando de ocultar una vida para llenar vacíos que nadie sabe. Mis amigas, mi día a día. No desde siempre pero si para siempre...  M i 22 de diciembre, mi premio...

Hice pedacitos de un corazón ya roto, no tuve en cuenta cuanto me quería, no quise hacerme daño y utilicé mi ansiedad como mecanismo de defensa, era el o yo, era vivir o quedarme estancada en un cuento sin final feliz. Necesitaba cambiar de historia, la letra de aquel cuento empezaba a emborronarse y era absurdo seguir contando estrellas sin obtener resultado alguno. Claro, utilicé cada gota de agua para recriminar un amor muerto, total, perdida ya estaba, era eso... Claro que era eso, encontrarme a mi misma. Era inútil seguir, yo pedía volar, pedía ser feliz y no podía... No tenía nada claro y el cuento se quedó sin protagonista...