"SU NOMBRE ERA IMPOSIBLE Y YO LA ÚNICA PERSONA CAPAZ DE HACERLO REALIDAD"
Perdí la cuenta de todas las estrellas que iluminaban tu habitación en la soledad de la noche, abracé de nuevo a la señora decepción y borré de la orilla de mi memoria el rencor de tus abrazos. Busqué tu nombre en el cementerio de mis sonrisas y recordé que tu nombre era Imposible, y que yo era el hechizo capaz de hacerte realidad. Dejé de hablar con la luna para hablar con mi yo más indomable y conseguí hacerle un nudo a la felicidad, esa que se hallaba en el rincón más frío de la huida. Demasiadas verdades que partían la calma en dos.