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Mostrando entradas de octubre, 2018

"Y AHOGARME CONTIGO AHORA Y DEVOLVERTE EL AIRE CUANDO NO QUEDE MÁS OPCIÓN QUE MIRAR DE FRENTE A LA REALIDAD"

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Ojalá fueses verano y así no tendrías que marcharte. Ojalá tuvieras razón cuando dices que el recuerdo es permanente y que no puede llevar el adverbio siempre. Que duro es siempre cuando se empeña en   hacer de las suyas e impide que regreses y que regrese, y que de nuevo se vaya lo que nunca fue nuestro. ¡Joder! Que injusto era, que injusto eres. Que difícil me lo pones cuando te miro y me esquivas. Tienes esa manía tan tonta de darle la vuelta al mundo con tus excusas, de no dejarme perdonarte cuando recorres la carretera de mi mente, y te llevas el pasaje a la realidad.  Pero vuelve siempre y se lleva tu esencia, tu tacto y el paraíso que atraviesas cuando me das la espalda, y me toca pegar los cristales rotos del reloj que para el tiempo cuando vienes, cuando vas, cuando le pongo canciones a tus sonrisas, cuando intentas decirme algo,   y decides que sea el silencio quien lo haga dejándome una escalofriante incertidumbre. Pero ahí estás, jugando con siempre, s...

"¿Y si dejas que el mar sea el único que duerma conmigo esta noche?"

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El   misterioso rostro de su cara hacía que creyera en la eternidad. Compartía conmigo   el brillo de su mirada y me ayudaba a conquistar mañanas grises. Le gustaba hablar de la debilidad de las nubes cuando llovía, lo comparaba con los abrazos que nunca nos dimos pero que yo le robaba en la intimidad de mis sueños. Ahí seguía,   mirando al mar mientras intentaba coger la espuma de las olas, pero era inútil. La marea iba subiendo y se iba bebiendo el poco terreno de arena que quedaba. No se cansaba de intentarlo. Los rayos de sol me incordiaban en mi descanso sobre la arena. Aproveché un instante para inhalar la brisa que me rodeaba. Me levanté,     y en un pequeño parpadeo     lo perdí de vista. Desapareció aquel hombre al que cada día intentaba conquistar. Ya no estaba. No quedaba rastro de sus huellas  ni de su mirada. No quedaba nada que pudiera hacerme sentir viva y segura. Apagué el último rayo de sol que quedaba,  y ence...