Tu boli

Cuando se os gasta  la tinta  de un boli que tanto os gustaba,  su forma o su color, o quizás el rastro tan  bonito que  dejaba sobre la  hoja en  blanco. ¿No habéis pensado que queréis otro igual? Estáis dándole vueltas, pensando que sería mejor, si comprar un  boli igual o cambiar  de  marca  y de  boli para probar cosas  nuevas, porque  quizás  el boli nuevo escribe mejor o es más cómodo. También  se puede dar la opción de  que compréis el mismo  boli,  porque  os gusta más y sabéis que  su  forma de  dibujar,  el perfil de cada letra es más bonito. Pero seguís con la duda  en la cabeza de  si el otro boli os demostraría cosas que  este boli no hace. ¡Mierda! ¡Que  boli compro! Entráis en  la papelería y  delante de vosotros tenéis cien modelos diferentes y no sabéis  que  decidir. El dueño de  la papelería os aconseja  y os enseña  el mejor boli que tiene, pero al lado está el modelo que  tanto  os gusta. En  una  mano tienes uno y  en la otra mano tienes el otro. Claro, seguís con la misma duda y  llegáis a la conclusión de  que  os quedáis con  el boli que  antes teníais.   Llegáis a casa y empezáis a escribir,  y os ponéis a  pensar en que ese boli ya os cansa  y que quizás deberíais haber  cogido el  otro modelo. ¿Habéis pensado  que el  otro boli necesitaba enseñaros cosas que  este no hace? La vida  se define en escoger, en dejar ir o quedarte con la duda de  que fue mejor y  que  deberíais haber hecho. Siempre nos pondrán  ante  situación  y la duda  de  si fue mejor escoger  entre  algo  nuevo para determinar si es  lo que  queríamos o si con lo que  anteriormente teníamos éramos felices. Pero nunca nos dan  la opción a quedarnos con  las dos cosas,   como con los dos bolis. ¿Por qué  no quedarnos con los dos? Quizás un  día,  el boli que  habéis comprado decida dejar de funcionar y  no tengáis con que escribir.  



Comentarios

Entradas populares de este blog

"Tan inocente el destino, que jugaba a ser amigo del fuego"

"AMOR A CUENTAGOTAS"