Cuando se os gasta la tinta de un boli que tanto os gustaba, su forma o su color, o quizás el rastro tan bonito que dejaba sobre la hoja en blanco. ¿No habéis pensado que queréis otro igual? Estáis dándole vueltas, pensando que sería mejor, si comprar un boli igual o cambiar de marca y de boli para probar cosas nuevas, porque quizás el boli nuevo escribe mejor o es más cómodo. También se puede dar la opción de que compréis el mismo boli, porque os gusta más y sabéis que su forma de dibujar, el perfil de cada letra es más bonito. Pero seguís con la duda en la cabeza de si el otro boli os demostraría cosas que este boli no hace. ¡Mierda! ¡Que boli compro! Entráis en la papelería y delante de vosotros tenéis cien modelos diferentes y no sabéis que decidir. El dueño de la papelería os aconseja ...
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