¿A cuánto equivale vivir una historia compartida si nunca supimos con quien vivirla? Nunca supimos detallar al completo una aventura o una experiencia, porque nunca nos importó al máximo si eso solo quedaría en el recuerdo. Nunca supimos apreciar el valor de una mirada porque nunca le pusimos ningún precio. Pero si que supimos equivocarnos y encontrar en otros el error, que aunque por muy mínimo que fuera, nos hacía daño.


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