Gracias por regalarme un momento de tranquilidad, por dejarme estar a tu lado en esta etapa tan dura. Siempre te digo que en la vida hay cosas que nunca se superan y que por desgracia nos quitan la esencia de nuestro destino. No nos dejan aferrarnos a nuestra suerte y deciden quitarnos lo mejor que tenemos, pero todo continua y cuando te quieres dar cuenta, han pasado los años y aunque aún sigues con el recuerdo, lo que te quitaron jamás te lo devuelven. Tengo la gran suerte de tener una amiga como tu, como la hermana que no tengo. Mi rincón de los deseos y lo recuerdos, de los secretos y los viajes planeados. No me creo que el cruel destino haya marcado un para siempre en nuestras vidas pero te prometo que estaré a tu lado mientras sigas confiando en mi. Te quiero  mucho

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