Tal y como describimos nuestras vidas es tal y como fotografiamos un momento en la eternidad. Como cuando nos hablan del amor y parecemos no entender que es algo esencial o como cuando nos enseñan a grabar en nuestras mentes nueve números que dan a otro lugar del que queremos obtener información o noticias. O como cuando nos proponen elegir entre el misterio o la locura y no queremos debatir entre las dos cosas porque ambas nos llaman la atención... O como cuando te dan a escoger entre la vida y la muerte aún sabiendo que todo conlleva un peligro y que estamos seguros al cien por cien de que nos jugamos una realidad y un poco de magia, pero hemos venido a jugar. 

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