"NO ES NECESARIO OLVIDAR, SOLO DEJAR DE RECORDAR QUE CAUSÓ ESE DOLOR"

Veía mi vida como una montaña rusa, con más bajadas que subidas. Nadie podía mantener sobre un dedo mi mundo ni siquiera convencer a mis oídos de que ser fuerte era el mejor regalo que me podía hacer.  Dañaba mis pensamientos ocultando aquellas inseguridades que el destino me había enseñado.
Algo estaba claro, y era que estaba sola, nadie iba a darle brillo a mis húmedos ojos ni nadie iba a apagar el fuego que habitaba en mi interior.
Aquel reloj me lo recordaba cada mañana, cuando las ruinas de aquellos abrazos rotos preparaban mi desayuno con unas gotas de soledad.
¿Dónde estaba él? ¿Dónde había guardado su plan de rescate?
Sería verdad eso de que cumpliría su amenaza con un viaje de ida pero no de vuelta. 



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