Me decía al oído que era su  musa mientras dibujaba sobre un lienzo en blanco, la silueta de la luna. Liberar mi alma de aquella batalla ahora perdida, requería una caída libre emocional.
Era incapaz de ver que aquella musa necesitaba volar para destruir la locura de su tristeza.
¡Que vértigo vivir sin alas!
Gozábamos de pasión en las noches de   estrellas y en las noches de lluvia jugábamos a reprocharnos pecados de infidelidad.
Otro jaque mate con el que acabar la partida. La musa se despidió y la torre cayó por su propio peso.


https://youtu.be/_e9Q19yX6XI




Comentarios

  1. Qué preciosidad de escrito. Sigue así,tu eres la musa de muchos corazones valientes y bellos.

    Atentamente: La Jaca Paca Lala

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

"Tan inocente el destino, que jugaba a ser amigo del fuego"

Tu boli

"AMOR A CUENTAGOTAS"