"ERES TODO LO QUE DESCONOCÍA Y QUE ALGÚN DÍA QUISO CONOCERME"

"Y era así como me despertabas cada mañana, con un poema y una taza de café mientras llegaba el momento en el que el reloj diera las ocho.
Y fue así como decidiste dejar en un rincón las heridas del pasado, dejándome entrar en tu vida sabiendo que te lo jugabas todo a un "ahora o nunca", y ganaste, y ganamos...
Y fue perfecto"...

"Y me duele, me duele escuchar tu nombre, me duele que canceles el vuelo directo a terminar de cerrar tu herida y que no seamos capaces de volver al rayo de sol que lo empezó todo... Y me duele... Claro que me duele...
Como dueles"...

Y así es como empecé y terminé de escribir la guerra que se quedó a vivir conmigo.
Me dediqué a escribirte, a buscarte entre todos esos textos, a proyectarte en el techo de mi habitación. No me arrepiento de nada, de nada. He de darte las gracias por dejarme ser, por dejarme conocerte. Gracias por querer ser la piel con la que coger impulso, por ser el copiloto de nuestros viajes al paraíso. 
Gracias. Gracias por haberte quedado, no te pude soltar y no me perdoné. Ha llegado el momento, te dejo ir, me dejo sanar. Gracias por ser locura, por ser antídoto ante la tempestad. 
Te quise, pero también he de quererme ahora...



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